Hasta 1967 Quinindé fue una parroquia del cantón de Esmeraldas que se llamaba Rosa Zárate y fue creada en 1927. Por muchos años la única vía por la cual se podía llegar a Quinindé; era la fluvial a través de los ríos, hasta la época de los años 60 cuando se empezó a construir la carretera Esmeraldas- Quinindé- Quito. La parte vial que se constituye en la puerta que abre el progreso de los pueblos, ha sido un importante puntal en Quinindé. La construcción de la principal carretera, que se encuentra en muy buenas condiciones, refleja lo positivo de este cantón.
La mayor parte de la población se encuentra en la zona urbana, que conforma una buena parte del total de la población. Esto ha permitido un excelente movimiento comercial en la Ciudad, especialmente los días domingos, donde se acentúan las ferias. En todas las arterias urbanas se nota la presencia de pequeños e informales comerciantes que venden sus productos a quienes más los apetecen, los campesinos.
Y es que los comuneros o campesinos mantienen la economía de Quinindé, por cuanto, de manera indirecta, realizan el sistema antiguo del trueque, o sacando sus productos agrícolas y con el dinero que reciben compran todos los víveres que los abastece durante la semana.
Quinindé está ubicado en un terreno sumamente llano, siendo las elevaciones más relevantes las de Cupa y Cojimíes. Esta característica del terreno hace que sus tierras sean muy apropiadas para la agricultura y la ganadería las mismas que son el eje principal de la actividad económica del cantón.
En este cantón se inicia el río Esmeraldas al unirse los ríos Blanco y Quinindé con el Guayllabamba. Este último tiene como afluente principal al río Agua Clara; el Blanco, al Sábalo; y el Quinindé, a Mache, Pámbula y Chameros. Visitarla le recordará que está en el trópico, con sus vastas plantaciones de palma africana y las típicas casitas de caña guadúa, construidas sobre pilares de madera y rodeadas por cocoteros y plataneros.